Crónica de Fernando Lizama-Murphy (Continuación de CALFUCURÁ, EL NAPOLEÓN DE LA PAMPA)
La relación entre Juan Calfucurá y Juan Manuel de Rosas tuvo muchos altos y bajos. Por eso después el lonko se reconcilió con el caudillo y lo apoyó con tropas en Caseros, el 3 de febrero de 1852, batalla que significó la caída de Rosas y el acceso al poder de José de Urquiza. Al día siguiente de este combate, Cafulcurá nuevamente atacó Bahía Blanca.

La salida de Rosas del poder significó un gran retroceso en las negociaciones que se habían sostenido hasta entonces con los naturales. De ahí en adelante vino una sucesión de episodios bélicos, casi todos ganados por Calfucurá y sus lanzas. El 13 de febrero de 1855 arrasó la ciudad de Azul, matando a trescientas personas, secuestrando a más de ciento cincuenta cautivas y apoderándose de sesenta mil cabezas de ganado.
El gobierno argentino, enfrentado a muchos problemas, necesitaba urgente poner fin a esta guerra de desgaste a que lo sometían los mapuches y decidió enviar al general Bartolomé Mitre, su mejor carta, para derrotar a Calfucurá en forma definitiva. Seguir leyendo «CALFUCURÁ, EL NAPOLEÓN DE LA PAMPA (Parte 2)»
Maestro, explíqueme usted qué es la famosa Civilización que nos tiene que barrer de estas pampas por la angurria de unos pocos hombres que se van repartiendo en tajadas grandotas lo que nos van quitando a nosotros. Pero explíqueme también todas las muertes y todos los atropellos y piense que les están dejando a sus hijos una patria equivocada, empantanada en la injusticia y la mentira. Todos nosotros somos parientes, y vivimos en amistad sobre la misma ancha tierra, pero el huinca tiene la idea errada de que sólo él tiene derecho a vivir en ella. Por ignorancia o por pura mezquindad, está tratando de matar el alma de esta tierra, plantando aquí un mundo ajeno donde caben pocos. Quien sabe algún día vendrán las lluvias y nuestras desgracias retoñarán en algo que sea bueno para nuestros hijos.