LAS PERLAS DE LA CORONA

“¡Oh! Y que bien decía un mercader portugués a quien le vendían unas muy ricas perlas, no las quiero comprar, ni emplear en eso mi caudal, no sea que mañana amanezcan los hombres con juicio, y todo se me pierda.”

Francisco Ximénez, (1666-1722) fraile dominico español.
Autor de “La Historia natural del reino de Guatemala”

“Isla de las Perlas”
Durante su tercer viaje, Cristóbal Colón descubrió la isla de Cubagua, a la que bautizó “Isla de las Perlas” por la abundancia de perlas (1498).

Para nadie es un misterio que, para las potencias europeas, el gran motor de la conquista de América fue la ambición, tanto de riquezas como de territorios. En el caso de España, vino además disfrazada de deseos de extender la fe y salvar a los impíos del fuego eterno.

El oro, la plata, las piedras preciosas llenaban los sueños de los codiciosos conquistadores, que ávidos, no trepidaban incluso en llegar a matarse entre ellos por lograr una tajada mayor de la generosa torta que encontraron al otro lado del océano. Y si eran capaces de asesinarse, es fácil suponer el nulo respeto que sentían por la vida de los nativos.

Pero además del oro, la plata y las piedras preciosas, la llave que abrió la puerta a la codicia fueron las perlas.

La ostra, un molusco bivalvo muy apetecido en la gastronomía fina, es también el “fabricante” de perlas. La forma natural de la producción de esta gema es a partir de un cuerpo extraño que se introduce al interior de la ostra y ésta, como un medio de defensa, comienza a cubrirla lentamente con capas de una secreción de conchiolina con carbonato de calcio, mezcla conocida como nácar, estructurando la perla. Las hay de distintos tamaños, formas y colores, pasando por diversas tonalidades entre el blanco y el negro. En cuanto a las formas, las más cotizadas son las redondas y las lágrimas o peras. El proceso de construcción de una perla puede durar diez años o más y al parecer el tamaño depende del tiempo que permanece dentro del bivalvo.

Según investigaciones de Elizet Payne Iglesias, de la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica, que hizo un exhaustivo estudio sobre el tema, existen varias especies de ostras perlíferas o perleras, siendo las más importantes en América la Pinctata imbricata, propia del Caribe colombo-venezolano y la Pinctata margaritifera mazatlánica, que se encuentra en el Pacífico, entre el golfo de California y el Ecuador. Seguir leyendo «LAS PERLAS DE LA CORONA»

LA FATÍDICA COLONIZACIÓN ESCOCESA EN AMÉRICA

The Scots settlement in America called New Caledonia

Crónica de Fernando Lizama-Murphy

En septiembre de 1914 Escocia votó un referéndum para independizarse del Reino Unido. Si bien es cierto la opción separatista fue derrotada en las urnas, no en menos cierto que más de un 40% de la población votó por NO continuar a la sombra de sus vecinos.

Recordemos que este país de 80.000 km2, ubicado en la parte norte de Inglaterra y habitado por poco más de cinco millones de habitantes, fue independiente hasta 1707. Recordemos también que no perdió su independencia en alguna guerra. La perdió por un proyecto fracasado. Aquí la historia de ese proyecto…

Por estas cosas de matrimonios por conveniencia y alianzas estratégicas, Guillermo III, Rey de Inglaterra, era al mismo tiempo Rey de Escocia, con el título de Guillermo II. Corría el siglo XVII y pese a que ambas naciones eran gobernadas por sus propios parlamentos, compartían un mismo monarca. Seguir leyendo «LA FATÍDICA COLONIZACIÓN ESCOCESA EN AMÉRICA»

FRANCISCO MALDONADO DA SILVA, MÁRTIR MARRANO

judiosCrónica de Fernando Lizama-Murphy

Francisco, el primer médico titulado que ejerció en Chile, confió su secreto a Isabel, su hermana. Ella al límite de la desesperación, se lo confió a su hermana Felipa, monja, que no dudó en transmitirlo a su confesor. El confesor, rompiendo su juramento, corrió a contárselo al obispo y éste a los agentes del Santo Oficio.

En enero de 1639, en Lima se consumó el mayor auto de fe que la Inquisición llevó a cabo en América del Sur. Uno de los relajados en la hoguera fue el médico de sangre judía, Francisco Maldonado da Silva, que antes de morir, pasó doce años de su vida en las tenebrosas mazmorras de este ignominioso brazo de la Iglesia Católica. Seguir leyendo «FRANCISCO MALDONADO DA SILVA, MÁRTIR MARRANO»

LA VIDA DEL OBISPO EN UN PARTIDO DE CHUECA

la chuecaCrónica de Fernando Lizama-Murphy

Un episodio Olvidado de la Guerra de Arauco

Hablando con franqueza, debo hacer presente que las autoridades españolas creyeron ver siempre en el juego de la chueca el enemigo mas poderoso de la dominación araucana; i no dejaban de tener razón, pues mediante ella los indios se hacían fuertes guerreros e indomables por su valor, ligereza i resistencia en el ataque.Si bien es cierto que este juego se presta a desórdenes e incorrecciones de toda especie, no es menos cierto que levanta el espíritu, templa los nervios i forma hombres de arrojo i de carácter firme, haciendo gozar al cuerpo de todos los beneficios que la ciencia exije para robustecer los organismos débiles.

Manuel Manquilef (Comentarios del Pueblo Araucano-1911)

 La guerra es la manifestación extrema de la inagotable capacidad de autodestrucción del hombre. En ella se evidencia toda la bestialidad del género humano. Pero también entrega algunas lecciones, que casi nunca aprendemos, e historias que no quedan registradas en las síntesis que se difunden en los libros, pero sí en los recuerdos de cronistas, o de quienes las vivieron, o de sus descendientes. Seguir leyendo «LA VIDA DEL OBISPO EN UN PARTIDO DE CHUECA»

GASPAR YANGA, EL ESPARTACO DE MÉXICO

Gaspar YangaCrónica de Fernando Lizama-Murphy

Los primeros años del colonialismo español en América causaron una debacle en la población aborigen. Entre las pestes, las batallas y la explotación diezmaron de tal manera a los indios que los terratenientes no tenían mano de obra barata suficiente para trabajar sus encomiendas. Esto los obligó a importar esclavos africanos, sobre todo porque eran inmunes a las enfermedades europeas.

Los esclavistas portugueses, denominados rendeiros, autorizados por la Casa de Contratación de Sevilla, que ganaban una comisión para la corona por cada esclavo, capturaban a los negros y los vendían en los países en los que eran necesarios. Seguir leyendo «GASPAR YANGA, EL ESPARTACO DE MÉXICO»